En mi vida he anhelado ver la mano poderasa de mi Dios actuando, sus milagros para con la humanidad son parte de una verdad y una realidad y por eso, porque creo, se que Dios puede hacer milagros cuando se lo pidamos.
En los evangelios vemos como nuestro Señor Jesucristo sanaba en forma inmediata, multiplico alimentos, incluso saco dinero de un pez.
Podriamos pensar que si tenemos la fe necesaria podriamos ver los milagros de Dios de esta forma, pero ¿qué pasa cuando no sucede asi?, cuando no vemos nuestra petición realizada de forma inmediata, podemos pensar que no tenemos fe o que Dios no nos escucha o que Dios no nos quiere dar, eso va a depender de lo que le pidamos y de como estemos en nuestra relación con Dios; pero ¿qué pasa si todo esta correcto?, si tu fe es la correcta y tu vida esta bien delante de Dios, entonces por qué no hay respuesta, de seguro lo que le estas pidiendo a Dios esta alineado a su voluntad, pero aún no es el tiempo.
Los milagros más importantes son los que toman más tiempo en realizarse, en reponderse, Dios obra tan maravillosamente que sabe el momento exacto y sabe todo lo que debemos pasar, todo lo que debe pasar para que se hagan los milagros maravillosos que le pedimos. Podemos ver como Dios respondio a las oraciones que le hacian por días o por años de forma marivillosa, dos buenos ejemplos son Samuel, quien fue clave en la historia de Israel, Samuel fue la respuesta a las oraciones de su madre, la forma en que ella pedia sin cesar, Dios no respondio inmediatamente a pesar que pedía con fe y pedía algo bueno. Luego tenemos a nuestro Señor Jesucristo, tanto su venida primera como su segunda, tuvieron que pasar varios años para que Jesucristo venga, y ahora estamos esperando, aguardando la promesa, el mayor milagro que puede existir.
Sin duda Dios responderá en su tiempo, no dejemos de clamar, ni de tener fe.
2 Pedro 3:8-10 8 Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. 9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. 10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.