Sabemos que en la eternidad no habrá pecado, nada de lo que ahora nos hace pecar sucederá, ni vicios, ni malos deseos, nuestros cuerpos serán transformados para glorificar a Dios. Pensando en esto como ya no habrá maldad, todos nos podremos conocer, viviendo en comunión, sintiendo gozo y adorando a Dios cada día, tendremos todo en común, dependiendo de Cristo como el proveedor de todo.
La iglesia en la actualidad puede ser así, con un solo sentir, agradando a Dios en todo, estando en comunión unos con otros, siendo parte de un solo cuerpo, donde todos somos iguales, dependientes de Dios nuestro proveedor.
La realidad actual es que no podemos confiar en cualquier persona fuera de la iglesia y a veces en la misma iglesia, tratarla como alguien que conocemos, vivimos entre personas buenas y malas, haciendo diferencias, pero la gracia de Dios nos une y cuando Dios nos llame a la eternidad, todos podremos saludarnos y vivir juntos en armonía.
Hechos 2: 45-27 45 y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. 46 Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, 47 alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.
Podemos vivir un poco como en la eternidad entre la iglesia de Cristo.